viernes, 27 de junio de 2014

ANDATE, ROMÁN: SALVANOS

Por: Facundo Ronchel
Twitter: @Facundo_Ronchel

Ya está, ya fue. Terminemos con esta novela. No, no me volví loco. Tampoco soy desagradecido, no, nada de eso. Quiero que seas feliz, Román. Me harté de todo esto. ¿Qué clase de ser humano se deja basurear del modo en que lo están haciendo con vos? Tenés que ser muy hincha de Boca, como yo, para tolerar este destrato. Porque nunca vi algo así, donde los dirigentes inventen posiciones, armen una maniobra mediática y política, exhiban contratos en la televisión (con cifras y hasta direcciones) y falten el respeto al máximo ídolo de la historia del club. Basta, Román. Yo, particularmente, hasta acá llegué.


Quiero seguir viendo tu magia en una cancha, no tengas dudas de eso. Si es con la azul y oro puesta (AZUL Y ORO, NO OTRO COLOR), mejor. Pero no conozco una sola persona en el mundo que tolere esto. Te hace mal a vos, me hace mal a mí, le hace mal a Boca. Si hasta ayer a Daniel Angelici se le escapó decir que vos terminaste cobrando la mitad de lo que firmaste por culpa de ese bendito dólar... ¿Entonces qué quieren que hagas? ¿Que no defiendas lo que firmás? ¿Que firmes por una cosa y termines cobrando otra? Porque hasta eso, Román: aceptaste todas las condiciones que te pusieron: 18 meses, premios, objetivos, ¡cobrar por alcanzar a Mouzo como jugador con más partidos!, cobrar por 40% de los partidos... ¡Mamita! Me pregunto si los contratos de Orion, Martínez y Gago serán tan complicados como el tuyo.

A todo esto, sitios de internet y diarios deportivos publicaron cifras de tu contrato. Que 100 mil dólares, que dólar blue, que dólar paralelo, que dólar oficial... Y nuevamente la impotencia de escuchar a Angelici decir que todo esto es culpa de la corte de Estados Unidos, los fondos buitre y el gobierno kirchnerista de turno. Y ahí es cuando recuerdo de la mano de quién llegó este personaje, que renunció cuando era tesorero del club mientras era presidente Jorge Amor Ameal, ¿te acordás? Claro, ¿cómo no te vas a acordar? Si este tipo se opuso a que te renueven por cuatro años porque "estabas grande". Pero los socios, desmemoriados, lo votaron a él en 2011 porque estaba apoyado por Mauricio Macri. Macri... ¿También te acordás de él, no? Aquel que le hiciste el Topo Gigio allá por 2001. Por supuesto que te acordás, Román. Tardaron, pero lograron el objetivo de que te canses de todo. Él nunca te quiso, a diferencia del hincha. A él nunca le importaste vos ni el hincha. Ni siquiera Boca. Todo fue para llegar a la jefatura de gobierno y el año que viene finalmente presentarse a elecciones presidenciales (que, entre nosotros, no las gana ni con fraude). Y atentos si no llega a cumplir ese objetivo, porque nuestro amado club tiene todos los números de la rifa de ser el próximo destino de Macri...


Por eso digo que la culpa es de la dirigencia, sí. Pero también del socio que los votó. Porque vos fuiste un verdadero hombre y no dijiste nada, pero en el 2011 podrías haber dicho que con ese presidente no seguías y nadie los votaba. Pero no, te callaste, y los desmemoriados decidieron por amplia mayoría que el próximo presidente debía ser el hincha y socio de Huracán. 

La tristeza que me da este día, Román... No te podés imaginar. Me pincharon la pelota, me cortaron las piernas, me hundieron el corazón que vos tanto llenaste de fútbol y magia. Porque te confieso algo: yo no creía en los magos. Pero a partir de 1996 y para siempre, entendí que sí existen los magos y la magia, que vos solamente podés hacer que una pelota aparezca y desaparezca. En una época donde todos juegan a chocarse y revolearla lo más lejos posible, vos fuiste el único que la puso sobre el césped y la pisaste con suavidad, haciéndole caricias.

Ya está, Román. No te puedo pedir que sigas bancando este destrato por el simple hecho de que no me considero un egoísta. Si seguís voy a ser el tipo más feliz del mundo, pero no puedo ni quiero pensar solamente en mi alegría. Me urge pensar en la tuya. Sin embargo, te pido un último favor. Está en tus manos salvarnos de esta dirigencia, de este elitismo absoluto, de estos ladrones inoperantes que solo quieren lucrar con Boca. Vos tenés ese poder que nadie en la Tierra tiene. Por favor, Román. Si no se produce el milagro y decidís irte, te pido por favor que hagas una conferencia de prensa contándole al mundo lo que hicieron estos tipos con vos. Vas a ver que al día siguiente habrá miles y miles de personas exigiendo la renuncia de todos para la libertad del pueblo. Vos podés ser el próximo libertador de Boca. 

Salvá a la gente, salvá a Boca. Andate, Román. Solamente vos podés ayudarnos.

martes, 24 de junio de 2014

TODO NO PASA

Él nunca se silenció ante el poder
Por: Facundo Ronchel
Twitter: @Facundo_Ronchel

¿Hasta cuándo vamos a permitir que ese señor siga insultando al más grande de la historia? Si todos sabemos quién es quién, la cantidad de mafia acumulada en la calle Viamonte y las cosas escondidas en las cajas fuertes. Hubo determinados casos que nadie se atrevió a investigar, nunca jamás: doping de Maradona en 1994, Independiente campeón 2002, Boca campeón 2008, arbitrajes corruptos como Brazenas, Sargento Giménez, Favale, Furchi y tantos otros... ¿Por qué callarnos? ¿Recordamos todos gracias a quién entró Julio Grondona a la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino? Claro que lo recordamos: fue en el gobierno de la nefasta dictadura militar iniciada en 1976. Pero nadie parece querer recordarlo. ¿Por qué olvidar? ¿Por qué omitir? ¿Por qué callar? Si también recordamos gracias a quién Don Julio sigue al frente de la AFA hoy por hoy. ¿O también olvidamos el campeonato juvenil de Japón '79? ¿Y el Mundial de México '86? Claro que no nos olvidamos. Pero resulta que ahora somos mudos. Hay miedo. Y claro, lo raro sería no tenerlo. Si hasta prohibió que Martín Palermo vaya al programa que Maradona conduce junto a Víctor Hugo Morález en Telesur. "Todo pasa" rezaba
el anillo del capo. Pero todo pasa porque dejamos que pase.

Mafia, pura mafia... Si seguimos callando, no nos quejemos. Todo no pasa...

domingo, 22 de junio de 2014

NO MERECEMOS JUGAR ASÍ

Por: Facundo Ronchel
Twitter: @Facundo_Ronchel

Alejandro Sabella preocupado como todo un país
No se puede jugar así. Un país que pertenece a la elite del fútbol mundial no puede jugar de la manera en que está jugando en la Copa del Mundo de Brasil 2014. Los seis puntos y la clasificación ya consumada a octavos de final no debe tapar el bosque: Argentina estuvo dos veces al borde del abismo. En ambos casos lo salvó el mejor jugador del mundo: Leo Messi. Pero, así y todo, hasta al propio Lío se lo vio cabizbajo y estático. El esquema parece no modificar en absoluto el compromiso del plantel: 5-3-2 con Bosnia y 4-3-3 con Irán son reflejo de que el número telefónico que elija Sabella no influye en el coraje y en la entrega del equipo.

Argentina carece de ideas. Zabaleta no profundiza nunca, Gago erra pases increíbles, Higuaín se ubica lejos del área y, cuando llega, no gravita, Agüero se parece más a un futbolista sin experiencia que al Kun del Manchester City. Los más cuestionados pre-Mundial resultaron ser los puntos altos: Sergio Romero y Marcos Rojo. El arquero fue clave en la victoria ante Irán y el defensor jugó dos excelentes partidos, aunque este último fue el clave, haciendo un buen trabajo por la banda izquierda y llegando bien de arriba en el área rival. Fernández y Garay no parecen entenderse, sobre todo el primero, y Mascherano aprueba los partidos pero no mucho más: la salida clara que supo tener en el Barcelona no la tiene en la Selección, aunque sigue demostrando que en la marca es el mejor que hay. Di María está muy lejos de ser el volante veloz y encarador que le dio la Champions al Real Madrid, y hoy vemos un hombre que tira centros al voleo, sin darle un rumbo preciso a la pelota. ¿Messi? Errático, distraído, quieto, molesto con sí mismo, casi sin ganas. Pero es el mejor de todos: dos joyas para darle la victoria en lo dos encuentros. Con él resulta más fácil, pero no siempre aparecerá la varita mágica.

Ante Irán se vio un Sabella desconcertado, un Messi que mide hacer cada esfuerzo, una Argentina desesperada y desordenada. Los ingresos de Lavezzi y Palacio por Higuaín y Agüero son muestras de que no hay un plan, no abundan las ideas. Los jugadores no se dan cuenta por dónde atacar, por dónde sorprender, si hay que patear o encarar, si hay que pasar o gambetear. Quizás aún no se dieron cuenta dónde están jugando...

Pero, sobre todo, no siempre perdonará tanto el rival. Irán y Bosnia no tienen la potencia en ataque que suele tener Holanda y Francia, ni la defensa aguerrida de Uruguay, ni el toqueteo de Brasil de mitad de cancha hacia adelante. De todos modos, pinta un cuadro accesible para el equipo de Sabella: de salir primeros (con empatar ante Nigeria alcanza) enfrentará a Suiza o Ecuador, en cuartos será probable un cruce ante Bélgica, Estados Unidos o Portugal, y en semifinales recién podrá aparecer un cuco: el Holanda de Robben, Sneijder, Van Persie y compañía. De perder ante los africanos, nos tocaría la llave más peligrosa: Francia, Alemania, Brasil y Holanda, en ese orden, de darse los resultados más lógicos.

El pasado indica que Argentina tiene chapa, historia y riqueza, el presente muestra que hay potencial. Sin embargo, la realidad nos vuelve a dar un cachetazo: estamos lejos del nivel que merecemos.